Es un cierto simbolismo de la situación que estás viviendo con tu pareja. Si la botella está medio vacía, vas perdiendo tu interés. Si la botella está llena, te quieren más que tú quieres. Si la botella está vacía, no tiene solución y todo se rompe, pues no hay amor. Si se te rompe en la mano, estáis en líos con la justicia. Si te dan un golpe con ella, te puedes enamorar de repente.