Se coge un manojo grande de hojas de Ortiga fresca y se envuelves en un paño de lino blanco.
Se machacan y se retuercen sobre un plato para recoger el jugo o se meten en una licuadora para obtenerlo más rápidamente. Se mezcla ese liquido con una cucharada sopera de aceite de Ricino.
Con la mezcla te friccionas el cabello todos los días al irte a dormir.
Pruebalo!